La Ventana del Norte

La Ventana del Norte

 

Hoy la he abierto,

es todo paz, parece todo muerto;

el cielo se ha tragado el Uritorco;

ahora, me presta un paisaje de pampa.

ya no veo las sierras.

Aquí, sobre la casa grande

hay un atisbo de azul,

como un atenuante del invierno

¿Cómo es que en tan pocos meses

¿se nos ha mudado el campo?

 

Temo que este invierno

hasta me hiele el alma

en esta oscura tarde.

 

El canto o el grito de un Crespín lejano

Un tren neblinoso siembra sus latidos

en el frío paisaje.

Aquí en frente mío,

al alcance de la mano,

la desnudez helada del duraznero.

 

Pero al fin, este sistema,

sin pájaros, sin hojas,

me gusta; me asombra

 

¿No es, en definitiva

esta última caricia de julio

la que empuja mi mano y mi lápiz?

 

He abierto la ventana del norte

y me ha golpeado en los ojos

un paisaje seco… seco.

 

He vuelto es octubre,

 

A pasear unos días;

y entre papeles, revistas,

en un cajón con tierra,

encuentro estas líneas 

que derramé por julio.

Casi sin leerlas corrí a la ventana;

¡Qué hermosa sonrisa!

¡Qué sonrisa rosa!

¡Qué abrazo de olores,

de pastos verdosos,

de plantas, de flores!

 

Las sierras aventan paisajes de gozo;

con variadas luces, variados colores

se aplicó el Uritorco estival maquillaje.

 

Un cielo que reta a los grandes pintores,

presenta azul fuerte con nubes de encaje.

La loma se viste con guirnaldas aladas,

que le hinchan de trinos en esta mañana

Ni me imaginaba a lo largo del viaje,

tantas sensaciones por una ventana.

 

Hoy he abierto la ventana del norte:

“La primavera”

 

Jorge Rafael Pereyra Gigena

jorgepereyraygigenasantisteban@gmail.com

Barrio Parque, Capital