01 Oct La Invasión que Nadie Esperaba
Durante este encierro obligatorio que ha generado la pandemia, suelo mirar hacia atrás mi semblanza y logró reconocer en ella facetas que nunca había analizado y por supuesto, mucho menos valorado.
Viajo frecuentemente al pasado y vuelvo a vivir los hermosos momentos que me invadieron de alegría y lo vuelven hacer, llenándome de luz e iluminando el futuro. Pero, también están los otros, los sumamente tristes, los de las partidas, los del nunca más, los que en muchos casos cambiaron los cimientos de mi estructura vital. Pero se y debemos saber todos, que a pesar de la oscuridad que en estas circunstancias nos invade, los diferentes matices del devenir renacen en el camino que estamos transitando, nos ayudan a crecer, nos fortalecen y nos hacen mejores.
Siento , que este nuevo y singular análisis que ahora logro hacer de mí, al encontrarme en la simple tranquilidad del hogar , amplia mi mundo y me lleva más allá de la rutina , de lo diario , del trabajo… acciones que hasta ayer marcaron mi sendero, conformaron mi universo y que han sido durante muchos años mi fuente de sabiduría… y hoy…sin buscarlo ni esperarlo me ha facilitado descubrir en mí , un mundo íntimo, virtual , único , en el cual nacen las ideas y muere la necesidad imperiosa de materializarlas. Las dejo ahí… en la mente y me entusiasma la posibilidad que tengo… como ser humano de liberarme…de liberarnos transitoriamente de las cosas materiales y poder entrar a descansar en uno mismo, olvidando el trabajo , las obligaciones , abandonando el esfuerzo, facilitándonos ser verdaderos y únicos protagonistas de nuestra propia historia , logrando con frecuencia superarnos a nosotros mismos , emular la leyenda del ave Fénix y aferrarnos a la esperanza… valor humano que no debemos perder, ni siquiera frente a la más fría y por momentos … temible realidad.
Raquel Albina Méndez Caldeira
Moreno, Pcia de Buenos Aires