01 Oct Tiempos de Vuelo y Pandemia
En estos extensos días pandémicos, he tenido la fortuna de seguir a menudo la construcción del nido de los horneros, que eligieron la ventana del quinto piso de un edificio vecino, para instalarlo.
He leído que tardan entre una semana y quince días para hacerlo. Sin embargo, éstos llevan más tiempo. Tal vez, el “aislamiento social y preventivo” de los chimangos que revolotean a su alrededor, los ha demorado.
Lo que me ha resultado llamativo, por su solidaridad, es que luego de reforzar con su pico, el barro que ha traído, arriba y debajo de la obra, se posa sobre la ventana y emite un canto que podría definir como “llamador”, para convocar al otro integrante de la pareja, que concurre con una nueva carga. El anterior, vuela por más material y así, sucesivamente. No distingo géneros pero destaco la virtud de colaboración que bien podríamos imitar los humanos, ¿no?
Escucho murmullos en la sala y me temo que vengan de la alcoba.
A juzgar por los reiterados viajes que hacen los pájaros con un insecto en el pico, hace días, no puedo precisar cuántos, han nacido sus pichones.
Una de las aves hacía mucha alharaca sobre la cumbre del nido y continúa haciéndolo, porque cuando intenta ingresar, alguien se lo impide. Sube, canta estrepitosamente y vuelve a bajar en un vuelo rasante. Así, hasta cinco veces seguidas en un breve lapso.
Desde el interior, se escuchan trinos suaves. Creo que un director de coro les enseña el canto y los polluelos responden. El otro adulto, queda afuera.
DEL ASPO AL DISPO *
A mediados de octubre, aunque no lo haya advertido, los pichones, han emprendido viaje.
Ya no se ven los vuelos cotidianos y rasantes de sus padres.
De tanto en tanto, se escucha el canto de uno de ellos, sobre la medianera contigua, apoyado solo en una pata.
Confío en que no haya habido otra contingencia.
Buena parte de los humanos, entre tanto, agobiados por los días de celosos cuidados, dolor por los muertos e infectados, preocupación por las idas y las vueltas de OMS*, las versiones de los epidemiólogos, los “opinólogos”, la eficacia o no de las vacunas, los que se quedaron sin trabajo y los que encontraron un nido para hacer rédito del asunto, nos estamos animando a sacar la nariz afuera, pero con cautela.
Aquel singular nido que vimos construir paso a paso, quedó ocioso y, una atrevida pareja de gorriones okupas, lo habita….
*OMS Organización Mundial de la Salud
*ASPO Aislamiento social preventivo obligatorio (desplazamientos mínimos para provisión de alimentos, medicinas, higiene)
*DISPO Distanciamiento social preventivo y obligatorio (mayor flexibilidad para reuniones sociales, deportivas, eventos, clases)
María Eva Duarte
Mar del Plata