Relato de mi Vida

Relato de mi Vida

Relato de mi vida

Voy a escribir un relato que me sucedió en mi vida. Cuando yo tenía más o menos veinticuatro años estando de novia con Santiago, un amigo de la infancia, por no cuidarme quedé embarazada. Fue la gota que rebalsó el vaso, no pensé que el embarazo fuese un pecado. Mi mamá puso el grito en el cielo, mi novio me abandonó.

Fui a vivir a casa de una tía porque mi madre no me quería en su casa, fue un dolor muy grande. Tuve que continuar trabajando para sobrevivir y comprar las cosas para mi bebé.

Día a día mi vientre comenzó a crecer. Cierto día mi madre fue a la casa de mi tía, porque quería que volviera con ella, pues su esposo, el padre de mis hermanos más chicos, tenía cáncer y lo iban a internar, y no tenía con quién dejarlos; y así volví a mi casa para cuidar de mis hermanitos.

Mi vida transcurría muy tranquila, pero después de dos meses el padre de mis hermanitos falleció. Todo se volvió tristeza, pero poco a poco se fue superando. 

Cuando estaba en mi sexto mes de embarazo se me complicó y tuve que guardar reposo hasta el nacimiento. Cuando por fin llegó el día del nacimiento mi madre me acompañó al hospital, pasé toda la noche con mucho dolor y al otro día, a las diez y media de la mañana nació mi bebé; era una niña muy hermosa. Le puse Yanina Elizabeth. Después de cuarenta y ocho horas internadas volví a mi casa. Todo era felicidad. Mis amigas, mis hermanos y los vecinos llenaron a mi bebé de regalos. Era un ser muy querido.

Pero a los seis meses mi bebé se enfermó de los pulmones. Pasaba los días entre el hospital y mi casa.

Así transcurrió el tiempo hasta que me arreglé con mi novio y volví a quedar embarazada. Este embarazo transcurrió muy bien. Pero por otro lado mi Yani empeoraba cada día, hasta le agarró tos convulsa.

Al poco tiempo nació Jesús, pesando tres kilos y medio. Era un bebé hermoso y sano, y como contracara la salud de Yani iba empeorando hasta que finalmente hubo que internarla porque no respiraba bien; una vez en el hospital tuvieron que pelarla y ponerle suero en la cabeza y mantenerla en la carpa de oxígeno. Pero de nada sirvió. Cayó en coma y dos días después falleció… tenía solo quince meses…Fue un golpe muy duro… hoy, cuarenta y seis años después me parece que fue ayer, es un dolor que me acompaña, y me acompañará, por el resto de mi vida.

Nélida Ester Molina

laurabiribarren@gmail.com

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