¡No es Leyenda, es Historia!

¡No es Leyenda, es Historia!

 

Mi tío Eusebio González me decía “el camino a Valle Grande se hizo cuando el General Perón era presidente. Él se enteró de que había una campana de oro que sonaba arriba, en los cerros del Alto Calilegua. Iban muchos queriendo llegar para verificar y sacar la campana pero nunca podían llegar porque lloviznaba y se formaban nubes que no dejaban ver nada”. En el año 1983, yo fui con mi esposa al Cerro Valle Morado, al frente de Calilegua y pregunté qué pasó con la campana y me respondieron que en ese cerro se produjo el estallido de un volcán y que desde allí, no se escucha más sonar la campaña. A esa campana siempre la escucharon sonar los habitantes del Cerro de Alto Calilegua. Mi tío me contó que la gente se subía a los cerros para alcanzar a verla. Dicen que era gigante, brillosa, dorada. Por eso decían que la campana era de oro y no tenía dueño. Después del estallido del volcán, nunca nadie volvió a verla ni a escucharla sonar. 

Perón hizo los caminos para el cerro hasta llegar al Monumento Abra La Caña. Se comenzó a bajar hasta San Francisco porque no se podía seguir rumbeando por la peña profunda.  Bajaron a Valle Grande, donde hicieron el monumento y hasta allí llegó la obra. Esto fue en el año 1953, cuando yo había nacido. Después de la paralización de la obra que hizo Perón, todo quedó abandonado. Esto fue en la época de los militares. Ahora, actualmente, el camino está terminado, aunque en partes, sólo está enripiado. Este camino une las dos regiones: La Quebrada y Las Yungas: se puede partir de San Salvador de Jujuy y pegar la vuelta, pasando por Ledesma, Valle Grande, Valle Colorado, Santa Ana, Humahuaca y de aquí llegar nuevamente a San Salvador de Jujuy.

En unos días, Aurelio está por cumplir sus 69 años de vida. Nació en Valle Grande, un 25 de septiembre de 1053. Valle Grande es la ciudad cabecera del departamento del mismo nombre, un lugar situado en medio de las montañas, que queda a casi 200 km de la capital de Jujuy pero,  se demora en llegar casi 6 horas o más; debido al camino sinuoso y al estado del clima porque en épocas de lluvia, este camino de montaña queda interrumpido. Este departamento está ubicado en el centro de la provincia de Jujuy y  limita al norte con la provincia de Salta. Forma parte de la región geográfica denominada Las Yungas. Es el departamento menos poblado de la provincia.

Mi madre se llamaba Isagia Marcos, ella era nativa de Valle Grande, al igual que sus padres, o sea mis abuelos. Mi padre era Victorino Jara, hijo de un árabe que había venido a la Argentina, escapando de la Segunda Guerra Mundial. Se llamaba Pablo Jara y se casó con mi abuela, Irene Maigua, nativa de Valle Grande. Según decía mi madre, yo nací el 24 de septiembre y no el 25, tal como figura en mi documento. Sucedió que me asentaron en el Registro Civil al día siguiente, debido a que el 24 de septiembre es la Fiesta Patronal de Valle Grande, en honor a la Virgen de la Merced. Entonces, seguramente ese día, el Registro civil estaba cerrado y por eso me asentaron al día siguiente.

Otra historia verídica que también me contó mi tío Eusebio sucedió en la finca llamada La Ollada. Allí había una laguna. Dice que había un toro que tenía las astas grandes, doradas y brillantes y por eso suponían que eran de oro. El toro estaba metido en la laguna junto a otros toros que lo acompañaban. Dice que bramaba fuerte. Los habitantes querían atrapar al toro de astas de oro pero, cuando ya estaban próximos a agarrarlo, éste desaparecía; no así los demás toros. Dice que se sumergía en la laguna y desaparecía. Toda la gente iba a la laguna para intentar cazar al toro.

Un verano, dice que la laguna reventó. Del centro salió como una lava de volcán y dice que se convirtió en un río que tiene constantemente agua. A ese río le pusieron el nombre de Yerba Buena Dicen que el toro de las astas de oro, después de esto desapareció definitivamente porque nunca más, nadie lo vió. 

Todo esto me contaba mi tío Eusebio González, familiar de mi mamá. Era un señor muy inteligente, muy culto. Escribía con pluma y tinta y por eso todos iban a pedirle que les escriba cartas o notas. Mi tío era sombrerero y peluquero. Era el único que cortaba el cabello allí en Valle Grande. Yo tendría unos 10 años cuando escuchaba a mi tío y él tendría sus 50 años. Por ese entonces, nos trasladábamos a Ledesma en lomo de caballo o burrito porque todo el camino estaba tapado. 

Yo a los 17 años salí de Valle Grande y me fui a Salta. Allí me encontré con mi hermano Martín Jara y vivimos juntos. Mi hermano trabajaba en la empresa de transporte de pasajeros de larga distancia, “Atahualpa SRL”, era mecánico y yo, trabajé en la empresa Lasconi, una empresa de construcción, la más grande en Salta. A los 18 años me enrolé en Salta y a los 20 años me tocó el Servicio Militar Obligatorio, en la Armada Argentina. Me llevaron a instruirme al BM3, en la ciudad de La Plata. Dos meses estuve allí, me dieron el uniforme y me llevaron a Bahía Blanca, Buenos Aires. Allí estuve doce meses sirviendo a la Patria. Después de esto, volví a Jujuy y entré a la Policía de la Provincia, donde trabajé cinco años. Luego ingresé a Vialidad Provincia hasta que me sucedieron dos accidentes y por eso me retiré. 

                                                                                             

Aurelio Jara

silvinahogarsanantonio@gmail.com 

San Salvador de Jujuy, Jujuy